Si vamos a hablar de amor, no podemos empezar sin mencionar a Afrodita. La diosa del amor y la belleza, la que inspira historias de romance y pasión, la que simboliza el deseo de encontrar el amor verdadero.

Pero aquí hay algo que pocos saben: Afrodita no solo representa el amor, sino la eterna búsqueda de él.

Y eso nos toca más de cerca de lo que imaginamos.

La búsqueda que nunca termina

Afrodita tuvo muchas aventuras. Se enamoró de dioses, semidioses y humanos. Buscaba fuera, siempre fuera, siempre más allá. Pero lo curioso es que ya había encontrado el amor.

Su verdadero amor era Hefesto, el dios del fuego sagrado. El que representa el hogar, la estabilidad, el calor interno, el corazón. Todo lo que realmente sostiene el amor en su forma más pura.

Y aún así, Afrodita siguió buscando.

Se dejó llevar por la pasión de Marte, por el ingenio de Mercurio, por la promesa de algo más. Porque su mente le decía que debía seguir explorando.

Su historia es la nuestra.

Buscamos en otros lo que ya habita en nosotros. Nos dejamos llevar por la emoción, por la ilusión de lo nuevo, por la idea de que allá afuera está la pieza que falta en nuestro rompecabezas. Pero el amor, el verdadero amor, no se encuentra afuera.

Se reconoce adentro.

El Amor es una Frecuencia

Nuestra energía determina a quién atraemos, cómo nos relacionamos y, sobre todo, cómo nos amamos a nosotros mismos.

Si nuestra frecuencia es la de la búsqueda incesante, atraeremos relaciones donde siempre nos sentiremos a medias.

Si nuestra frecuencia es la de la certeza, atraeremos personas que reflejen estabilidad y plenitud.

Afrodita no era infiel por maldad, sino porque aún no se había encontrado a sí misma. Y nosotros, muchas veces, buscamos en el otro la validación de un amor que aún no nos hemos dado.

Por eso, el amor no es solo un encuentro.

Es una vibración.

Es una frecuencia.

Y cuando elevamos nuestra frecuencia, el amor deja de ser una búsqueda y se convierte en una certeza.

El Amor que Manifiestas Empieza en Ti

Si sientes que el amor ha sido una búsqueda interminable, si has tropezado con relaciones que no terminan de encajar o si aún te preguntas por qué no llega el amor que mereces, entonces es momento de cambiar la dirección de tu mirada.

  • El amor que buscas empieza en ti.
  • Cuando te alineas con la frecuencia del amor, el amor deja de ser un misterio.
  • Cuando aprendes a amar desde la certeza, atraes relaciones que te sostienen, no que te desgastan.

Si quieres explorar cómo elevar tu energía y atraer un amor en verdadera sintonía contigo, Amor, Te Amo puede ser el primer paso. Porque el amor no se encuentra. Se recuerda.

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